miércoles, 30 de noviembre de 2016

SEÑOR TU ERES DIGNO

Apocalipsis 4:11
"Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder; porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas
Marcos.16.15. Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. Marcos.16.16. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.

viernes, 25 de noviembre de 2016

COMO PUEDO APRENDER A CONFIAR EN DIOS.


Pregunta: "¿Cómo puedo aprender a confiar en Dios?"

Respuesta: 
No podemos confiar en alguien que no conocemos, y ese es el secreto de aprender a confiar en Dios. Cuando alguien dice, "Confía en mí," tenemos una de dos reacciones. Podemos decir, "Sí, yo confiaré en te", o podemos decir, "¿Por qué debo hacerlo?" En el caso de Dios, confiando en Él sigue naturalmente cuando entendemos por qué deberíamos hacerlo.

La principal razón por la que debemos confiar en Dios es que Él es digno de nuestra confianza. A diferencia de los hombres, Él nunca miente y nunca falla para cumplir con Sus promesas. "Dios no es hombre, para que mienta, Ni hijo de hombre para que se arrepienta. El dijo, ¿y no hará? Habló, ¿y no lo ejecutará?" (Números 23:19; Salmo 89:34). A diferencia de los hombres, Él tiene el poder para llevar a cabo todo lo que planea y propone hacer. Isaías 14:24 nos dice, "Jehová de los ejércitos juró diciendo: Ciertamente se hará de la manera que lo he pensado, y será confirmado como lo he determinado." Además, sus planes son perfectos, santos y justos, y “a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.” (Romanos 8:28). Si nos esforzamos en conocer a Dios a través de Su Palabra, vamos a ver que Él es digno de nuestra confianza y nuestra confianza en Él crecerá diariamente. Conocerlo es confiar en Él.

Podemos aprender a confiar en Dios al ver cómo Él ha demostrado Su confiabilidad en nuestras vidas y las vidas de otros. En 1 Reyes 8:56 leemos: "Bendito sea Jehová, que ha dado paz a su pueblo Israel, conforme a todo lo que él había dicho; ninguna palabra de todas sus promesas que expresó por Moisés su siervo, ha faltado.” El registro de las promesas de Dios está ahí en Su Palabra para ser visto por todos, tal como el registro de Su cumplimiento. Los documentos históricos verifican esos acontecimientos y hablan de la fidelidad de Dios con Su pueblo. Cada cristiano puede dar testimonio personal de la confiabilidad de Dios al ver Su obra en nuestras vidas, cumpliendo con Sus promesas de salvar nuestras almas y usarnos para Sus propósitos (Efesios 2:8-10) y consolarnos con la paz que sobrepasa todo entendimiento al correr la carrera que Él ha planeado para nosotros (Filipenses 4:6-7; Hebreos 12:1). Cuanto más experimentamos Su gracia, fidelidad, y bondad, más confiamos en Él (Salmo 100:5; Isaías 25:1).

Una tercera razón para confiar en Dios es que no tenemos una alternativa razonable. ¿Debemos confiar en nosotros mismos o en otros que son pecaminosos, impredecibles, no fiables, que tienen un límite de sabiduría, y que con frecuencia hacen malas elecciones y decisiones influidas por la emoción? O ¿confiamos en el sabio, omnisciente, todopoderoso, clemente, misericordioso, y amoroso Dios que tiene buenas intenciones para nosotros? La elección debería ser obvia, pero fracasamos en confiar en Dios porque no le conocemos. Como ya se ha dicho, no podemos esperar a confiar en alguien que es esencialmente un extraño para nosotros, pero esto es fácilmente subsanable. Dios no se ha hecho difícil de encontrar o conocer. Todo lo que necesitamos saber acerca de Dios, Él gentilmente hizo disponible a nosotros en la Biblia, Su Santa Palabra a Su pueblo. Conocer a Dios es confiar en Él.
Marcos.16.15. Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. Marcos.16.16. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.

lunes, 21 de noviembre de 2016

QUE SIGNIFICA QUE JESÚS ES NUESTRO SACERDOTE?.

Pregunta: "¿Qué significa que Jesús es nuestro Sumo Sacerdote?"

Respuesta: 
Sumo Sacerdote es solo uno de los muchos títulos aplicados a Jesús, tales como; Mesías, Salvador, Hijo de Dios, Hijo del Hombre, Amigo de pecadores, etc. Cada uno se enfoca en un aspecto particular de lo que El es y lo que eso significa para nosotros. En el libro de Hebreos, Jesús es llamado un Sumo Sacerdote (Hebreos 2:174:14). La palabra “sacerdote” conlleva un par de significados primarios. Primero, significa uno que es mediador en los servicios religiosos. Segundo, significa uno que es santo o apartado para llevar a cabo esos servicios. 

El primer lugar donde encontramos la palabra usada en la Biblia es en Génesis 14. Abraham, el amigo de Dios, entró en batalla para rescatar a su sobrino Lot, quien había sido capturado por el ejército de Elam. A su regreso, Abraham fue recibido por Melquisedec rey de Salem y sacerdote del Dios Altísimo. Este hombre, cuyo nombre significa “rey de justicia,” bendijo a Abraham y al Dios Altísimo quien le dio la victoria a Abraham. En respuesta a esta bendición, Abraham le dio el diezmo (10 por ciento) de todos el botín de guerra a Melquisedec. Por este acto, Abraham reconoció la alta posición de Melquisedec como el sacerdote de Dios. 

Años más tarde, Levi, el nieto de Abraham, fue elegido por Dios para ser el padre de la tribu sacerdotal. Cuando la Ley fue dada en el Monte Sinaí, los levitas fueron identificados como los sirvientes del Tabernáculo, con la familia de Aarón como los sacerdotes. Los sacerdotes eran responsables por hacer intercesión ante Dios por el pueblo, mediante la ofrenda de los muchos sacrificios que requería la ley. Entre los sacerdotes, uno era elegido como el Sumo Sacerdote, quien entraba en el Lugar Santísimo una vez al año en el Día de la Expiación, para colocar la sangre del sacrificio sobre el Arca del Pacto (Hebreos 9:7). Por estos sacrificios diarios y anuales, los pecados del pueblo eran temporalmente cubiertos hasta que viniera el Mesías para quitar sus pecados. 

Cuando Jesús es llamado nuestro Sumo Sacerdote, es con referencia a estos dos sacerdocios previos. Como Melquisedec, Él es ordenado como un sacerdote aparte de la Ley dada en el Monte Sinaí (Hebreos 5:6). Como los sacerdotes levíticos, Jesús ofreció un sacrificio para satisfacer la Ley de Dios, cuando Él se ofreció a Sí mismo por nuestros pecados (Hebreos 7:26-27). A diferencia de los sacerdotes levíticos, quienes tenían que ofrecer continuos sacrificios, Jesús solo tuvo que ofrecer Su sacrificio una sola vez, ganando la redención eterna para todos los que vinieran a Dios a través de Él (Hebreos 9:12).

Otro punto importante acerca del sacerdocio de Jesús: –cada sacerdote es designado de entre los hombres. Jesús, aunque es Dios desde la eternidad, se hizo hombre a fin de sufrir la muerte y servir como nuestro Sumo Sacerdote (Hebreos 2:9). Como hombre, Él estuvo sujeto a todas las debilidades y tentaciones que tenemos nosotros, para que pudiera identificarse personalmente con nosotros en nuestras luchas (Hebreos 4:15). Jesús es mas grande que cualquier otro sacerdote, por lo que es llamado nuestro “Gran Sumo Sacerdote” en Hebreos 4:14, y eso nos da la confianza para acercarnos “al trono de gracia para que recibamos misericordia, y hallemos gracia para la ayuda oportuna.” (Hebreos 4:16).
Marcos.16.15. Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. Marcos.16.16. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.

domingo, 20 de noviembre de 2016

Hechos 4:13 “Entonces viendo el denuedo de Pedro y de Juan, y sabiendo que eran hombres sin letras y del vulgo, se maravillaban; y les reconocían que habían estado con Jesús.”
Marcos.16.15. Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. Marcos.16.16. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.

sábado, 19 de noviembre de 2016

QUE DICE LA BIBLIA ACERCA DE LA IRA.

Pregunta: "¿Qué dice la Biblia acerca de la ira?"

Respuesta: 
El manejo de la ira es un tópico importante. Un experimentado consejero establece que el 50% de la gente que acude para consejería, tuvo problemas con el manejo de su ira. La ira puede hacer añicos la comunicación, romper las relaciones, y arruinar tanto el gozo como la salud de muchos. Y con mucha frecuencia la gente tiende a justificar su enojo, en vez de aceptar la responsabilidad por él. Hay un tipo de ira que la Biblia llama “justa indignación,” pero ésta no debe ser confundida con la ira. 

Antes que nada, la ira no siempre es pecado. Dios está airado (Salmos 7:11; Marcos 3:5), y a los creyentes se les permite estar airados (Efesios 4:26). En el Nuevo Testamento son usadas dos palabras griegas para la palabra “ira.” Una (orge) significa “pasión, energía;” la otra (thumos) que significa “agitado, ebullición.” El diccionario Webster define la ira como “emoción excesiva, pasión incitada por un sentido de daño o injusticia;” este daño puede ser hacia nosotros o hacia alguien más. Bíblicamente, la ira es una energía dada por Dios con la intención de ayudarnos a resolver problemas. Ejemplos de ira bíblica incluyen la confrontación de Pablo con Pedro, por su mal ejemplo en Gálatas 2:11-14. David, disgustado al escuchar al profeta Natán compartirle una injusticia (2 Samuel 12), y Jesús airado por la manera en que algunos judíos habían corrompido la adoración en el templo de Dios en Jerusalén (Juan 2:13-18). Nótese que ninguno de estos ejemplos de ira involucraron la auto-defensa, sino la defensa de otros, o de un principio. 

Pero la ira se vuelve pecado cuando es motivada por el egoísmo (Santiago 1:20), cuando el objetivo de Dios es distorsionado (1 Corintios 10:31), o cuando se deja que la ira persista (Efesios 4:26-27). En vez de utilizar la energía generada por la ira para atacar el problema en sí, es la persona quien es atacada en su lugar. Efesios 4:15, 29 dice que debemos hablar la verdad en amor y usar nuestras palabras para edificar a otros, y no permitir que salgan de nuestra boca palabras corrompidas o destructivas. Desafortunadamente, esta venenosa manera de hablar es una característica común del hombre caído (Romanos 3:13-14). La ira se vuelve pecado cuando se le permite desbordarse sin restricción, dando como resultado un escenario en el que todos a su alrededor resultan lastimados (Proverbios 29:11), dejando devastación a su camino, usualmente con consecuencias irreparables. La ira también se vuelve pecado cuando el airado rehúsa ser tranquilizado, guarda rencor, o lo guarda todo en su interior (Efesios 4:26-27). Esto puede causar depresión e irritabilidad ante cualquier cosita, con frecuencia con cosas sin relación alguna con el problema subyacente. 

Podemos manejar la ira bíblicamente mediante:

1) Reconocer y admitir nuestra ira egoísta y el erróneo manejo del enojo como un pecado (Proverbios 28:13; 1 Juan 1:9). Esta confesión debe ser hecha tanto a Dios como ante aquellos a quienes hemos herido con nuestra ira. Tampoco debemos minimizar ese pecado llamándolo “me alteré un poco el otro día” o transfiriendo la culpa: “bueno, si no hubieras actuado como lo hiciste…”

2) Viendo a Dios en la prueba. Eso es especialmente importante cuando la gente ha hecho algo específicamente para ofendernos. Santiago 1:2-4; Romanos 8:28-29; y Génesis 50:20 apuntan todo al hecho de que Dios es soberano y tiene completo control sobre CUALQUIER circunstancia y persona que entra en nuestro camino. Nada nos sucede que Él no lo cause o lo permita. Y como todos estos versos lo dicen, Dios es un Dios BUENO (Salmos 145:8,9,17) que hace y permite todas las cosas en nuestras vidas para nuestro bien y el bien de otros. Si reflexionamos sobre esta verdad hasta que se mueva de nuestra mente a nuestro corazón, alterará nuestra reacción hacia aquellos que nos hieren profundamente. 

3) Dejando lugar para la ira de Dios. Esto es especialmente importante en casos de injusticia, especialmente cuando es hecho por hombres “malvados” hacia gente “inocente.” Génesis 50:19 y Romanos 12:19 nos dicen ambos que no juguemos a ser Dios. Dios es recto y justo, y podemos confiar en Él, quien conoce todo y lo ve todo para actuar con justicia (Génesis 18:25).

4) No regresando mal por bien (Génesis 50:21; Romanos 12:21). Esta es la clave para convertir nuestra ira en amor. Todas nuestras acciones fluyen de nuestro corazón, así que también nuestros corazones pueden ser alterados por nuestras acciones (Mateo 5:43-48). Así que, podemos cambiar nuestros sentimientos hacia otros, cambiando la manera en que decidimos actuar hacia esa persona. 

5) Comunicándonos para resolver el problema. Hay cuatro reglas básicas de comunicación que se nos comparten en Efesios 4:15, 25-32.

a) Ser honestos y hablar (Efesios 4:15,25). La gente no puede leer nuestra mente; diga la verdad EN AMOR.

b) Ser oportunos (Efesios 4:26-27). No debemos permitir que lo que nos está molestando, crezca hasta perder el control. Es importante manejar y compartir lo que nos molesta antes que llegue hasta ese punto. 

c) Atacar el problema, no a la persona (Efesios 4:29, 31). Junto con esto, debemos recordar la importancia de mantener bajo el volumen de nuestra voz (Proverbios 15:1). Gritar es usualmente percibido como una forma de ataque. 

d) Actuar, no reaccionar (Efesios 4:31-32). A causa de nuestra naturaleza caída, generalmente nuestro primer impulso es uno pecaminoso (verso 31). 

El tiempo utilizado para “contar hasta diez” debe ser usado para reflexionar sobre la manera amable de responder (verso 32), y para recordarnos a nosotros mismos, cómo la ira debe ser usada para resolver problemas y no para crear unos mayores.

6) Por último, debemos actuar para resolver nuestra parte del problema (Hechos 23:5). No podemos controlar la manera en que los demás actúen o respondan, pero sí podemos hacer los cambios necesarios para hacerlo por nuestra parte. Conquistar nuestro temperamento no es algo que suceda de la noche a la mañana. Pero a través de la oración pidiendo ayuda, el estudio de la Biblia, y la confianza en el Espíritu Santo de Dios, puede ser conquistado. Así como hemos permitido que la ira se haya atrincherado en nuestras vidas por la práctica habitual, también debemos practicar responder correctamente hasta que se convierta en un hábito que reemplace a las viejas actitudes. Estos son algunos Proverbios que tratan con el tema de la ira:

6:34 “Porque los celos son el furor del hombre, y no perdonará en el día de la venganza”
14:17 “El que fácilmente se enoja hará locuras; y el hombre perverso será aborrecido.”
14:29 “El que tarda en airarse es grande de entendimiento; mas el que es impaciente de espíritu enaltece la necedad.”
15:1 “La blanda respuesta quita la ira; mas la palabra áspera hace subir el furor.”
15:18 “El hombre iracundo promueve contiendas; mas el que tarda en airarse apacigua la rencilla.”
16:32 “Mejor es el que tarda en airarse que el fuerte; y el que se enseñorea de su espíritu, que el que toma una ciudad.”
19:11 “La cordura del hombre detiene su furor, y su honra es pasar por alto la ofensa.”
19:19 “El de grande ira llevará la pena; y si usa de violencias, añadirá nuevos males.”
22:24-25 “No te entremetas con el iracundo, ni te acompañes con el hombre de enojos, no sea que aprendas sus maneras, y tomes lazo para tu alma.”
27:4 “Cruel es la ira, e impetuoso el furor; mas ¿quién podrá sostenerse delante de la envidia?”
29:8 “Los hombres escarnecedores ponen la ciudad en llamas; mas los sabios apartan la ira.”
29:22 “El hombre iracundo levanta contiendas, y el furioso muchas veces peca.”
Marcos.16.15. Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. Marcos.16.16. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.

QUE DICE LA BIBLIA ACERCA DE LA IRA.

Pregunta: "¿Qué dice la Biblia acerca de la ira?"

Respuesta: 
El manejo de la ira es un tópico importante. Un experimentado consejero establece que el 50% de la gente que acude para consejería, tuvo problemas con el manejo de su ira. La ira puede hacer añicos la comunicación, romper las relaciones, y arruinar tanto el gozo como la salud de muchos. Y con mucha frecuencia la gente tiende a justificar su enojo, en vez de aceptar la responsabilidad por él. Hay un tipo de ira que la Biblia llama “justa indignación,” pero ésta no debe ser confundida con la ira. 

Antes que nada, la ira no siempre es pecado. Dios está airado (Salmos 7:11; Marcos 3:5), y a los creyentes se les permite estar airados (Efesios 4:26). En el Nuevo Testamento son usadas dos palabras griegas para la palabra “ira.” Una (orge) significa “pasión, energía;” la otra (thumos) que significa “agitado, ebullición.” El diccionario Webster define la ira como “emoción excesiva, pasión incitada por un sentido de daño o injusticia;” este daño puede ser hacia nosotros o hacia alguien más. Bíblicamente, la ira es una energía dada por Dios con la intención de ayudarnos a resolver problemas. Ejemplos de ira bíblica incluyen la confrontación de Pablo con Pedro, por su mal ejemplo en Gálatas 2:11-14. David, disgustado al escuchar al profeta Natán compartirle una injusticia (2 Samuel 12), y Jesús airado por la manera en que algunos judíos habían corrompido la adoración en el templo de Dios en Jerusalén (Juan 2:13-18). Nótese que ninguno de estos ejemplos de ira involucraron la auto-defensa, sino la defensa de otros, o de un principio. 

Pero la ira se vuelve pecado cuando es motivada por el egoísmo (Santiago 1:20), cuando el objetivo de Dios es distorsionado (1 Corintios 10:31), o cuando se deja que la ira persista (Efesios 4:26-27). En vez de utilizar la energía generada por la ira para atacar el problema en sí, es la persona quien es atacada en su lugar. Efesios 4:15, 29 dice que debemos hablar la verdad en amor y usar nuestras palabras para edificar a otros, y no permitir que salgan de nuestra boca palabras corrompidas o destructivas. Desafortunadamente, esta venenosa manera de hablar es una característica común del hombre caído (Romanos 3:13-14). La ira se vuelve pecado cuando se le permite desbordarse sin restricción, dando como resultado un escenario en el que todos a su alrededor resultan lastimados (Proverbios 29:11), dejando devastación a su camino, usualmente con consecuencias irreparables. La ira también se vuelve pecado cuando el airado rehúsa ser tranquilizado, guarda rencor, o lo guarda todo en su interior (Efesios 4:26-27). Esto puede causar depresión e irritabilidad ante cualquier cosita, con frecuencia con cosas sin relación alguna con el problema subyacente. 

Podemos manejar la ira bíblicamente mediante:

1) Reconocer y admitir nuestra ira egoísta y el erróneo manejo del enojo como un pecado (Proverbios 28:13; 1 Juan 1:9). Esta confesión debe ser hecha tanto a Dios como ante aquellos a quienes hemos herido con nuestra ira. Tampoco debemos minimizar ese pecado llamándolo “me alteré un poco el otro día” o transfiriendo la culpa: “bueno, si no hubieras actuado como lo hiciste…”

2) Viendo a Dios en la prueba. Eso es especialmente importante cuando la gente ha hecho algo específicamente para ofendernos. Santiago 1:2-4; Romanos 8:28-29; y Génesis 50:20 apuntan todo al hecho de que Dios es soberano y tiene completo control sobre CUALQUIER circunstancia y persona que entra en nuestro camino. Nada nos sucede que Él no lo cause o lo permita. Y como todos estos versos lo dicen, Dios es un Dios BUENO (Salmos 145:8,9,17) que hace y permite todas las cosas en nuestras vidas para nuestro bien y el bien de otros. Si reflexionamos sobre esta verdad hasta que se mueva de nuestra mente a nuestro corazón, alterará nuestra reacción hacia aquellos que nos hieren profundamente. 

3) Dejando lugar para la ira de Dios. Esto es especialmente importante en casos de injusticia, especialmente cuando es hecho por hombres “malvados” hacia gente “inocente.” Génesis 50:19 y Romanos 12:19 nos dicen ambos que no juguemos a ser Dios. Dios es recto y justo, y podemos confiar en Él, quien conoce todo y lo ve todo para actuar con justicia (Génesis 18:25).

4) No regresando mal por bien (Génesis 50:21; Romanos 12:21). Esta es la clave para convertir nuestra ira en amor. Todas nuestras acciones fluyen de nuestro corazón, así que también nuestros corazones pueden ser alterados por nuestras acciones (Mateo 5:43-48). Así que, podemos cambiar nuestros sentimientos hacia otros, cambiando la manera en que decidimos actuar hacia esa persona. 

5) Comunicándonos para resolver el problema. Hay cuatro reglas básicas de comunicación que se nos comparten en Efesios 4:15, 25-32.

a) Ser honestos y hablar (Efesios 4:15,25). La gente no puede leer nuestra mente; diga la verdad EN AMOR.

b) Ser oportunos (Efesios 4:26-27). No debemos permitir que lo que nos está molestando, crezca hasta perder el control. Es importante manejar y compartir lo que nos molesta antes que llegue hasta ese punto. 

c) Atacar el problema, no a la persona (Efesios 4:29, 31). Junto con esto, debemos recordar la importancia de mantener bajo el volumen de nuestra voz (Proverbios 15:1). Gritar es usualmente percibido como una forma de ataque. 

d) Actuar, no reaccionar (Efesios 4:31-32). A causa de nuestra naturaleza caída, generalmente nuestro primer impulso es uno pecaminoso (verso 31). 

El tiempo utilizado para “contar hasta diez” debe ser usado para reflexionar sobre la manera amable de responder (verso 32), y para recordarnos a nosotros mismos, cómo la ira debe ser usada para resolver problemas y no para crear unos mayores.

6) Por último, debemos actuar para resolver nuestra parte del problema (Hechos 23:5). No podemos controlar la manera en que los demás actúen o respondan, pero sí podemos hacer los cambios necesarios para hacerlo por nuestra parte. Conquistar nuestro temperamento no es algo que suceda de la noche a la mañana. Pero a través de la oración pidiendo ayuda, el estudio de la Biblia, y la confianza en el Espíritu Santo de Dios, puede ser conquistado. Así como hemos permitido que la ira se haya atrincherado en nuestras vidas por la práctica habitual, también debemos practicar responder correctamente hasta que se convierta en un hábito que reemplace a las viejas actitudes. Estos son algunos Proverbios que tratan con el tema de la ira:

6:34 “Porque los celos son el furor del hombre, y no perdonará en el día de la venganza”
14:17 “El que fácilmente se enoja hará locuras; y el hombre perverso será aborrecido.”
14:29 “El que tarda en airarse es grande de entendimiento; mas el que es impaciente de espíritu enaltece la necedad.”
15:1 “La blanda respuesta quita la ira; mas la palabra áspera hace subir el furor.”
15:18 “El hombre iracundo promueve contiendas; mas el que tarda en airarse apacigua la rencilla.”
16:32 “Mejor es el que tarda en airarse que el fuerte; y el que se enseñorea de su espíritu, que el que toma una ciudad.”
19:11 “La cordura del hombre detiene su furor, y su honra es pasar por alto la ofensa.”
19:19 “El de grande ira llevará la pena; y si usa de violencias, añadirá nuevos males.”
22:24-25 “No te entremetas con el iracundo, ni te acompañes con el hombre de enojos, no sea que aprendas sus maneras, y tomes lazo para tu alma.”
27:4 “Cruel es la ira, e impetuoso el furor; mas ¿quién podrá sostenerse delante de la envidia?”
29:8 “Los hombres escarnecedores ponen la ciudad en llamas; mas los sabios apartan la ira.”
29:22 “El hombre iracundo levanta contiendas, y el furioso muchas veces peca.”
Marcos.16.15. Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. Marcos.16.16. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.

jueves, 17 de noviembre de 2016

Abrir mi Cuenta: Abrir mi cuenta AOL: cómo crear correo en español ...

Abrir mi Cuenta: Abrir mi cuenta AOL: cómo crear correo en español ...: Sepa cómo crear una cuenta de correo electrónico AOL Mail. Hay muchas razones para crear una cuenta AOL, entre otras porque le permite a sus...

Marcos.16.15. Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. Marcos.16.16. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado. Efesios 4:30 “Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención. 31 Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia. 32 Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.”

miércoles, 16 de noviembre de 2016

QUE HAGO AHORA.

¿Qué hago ahora?
Hace poco escuché a una mujer anciana decir con tristeza: “Mi vida de oración no se acerca si siquiera a lo que me gustaría que fuera.” No se trataba de falsa humildad. Era el lamento de quien ansía conocer más y más a Jesús.
El Apóstol Pablo también era ya muy mayor cuando dijo, con una pasión similar: “Quiero conocer a Cristo.” Él nos recuerda al atleta que se esfuerza por llegar a la meta final y continúa diciendo: “Olvidando lo que queda atrás y esforzándome por alcanzar lo que está delante, sigo avanzando a la meta para ganar el premio que Dios ofrece mediante su llamamiento celestial en Cristo Jesús“ (Filipenses 3:10, 13–14).
T. Austin-Sparks, reflexionando sobre la inmensidad de Cristo, dijo: “El efecto de la obra del Espíritu Santo sobre nosotros es el de llevarnos a la orilla de un inmenso océano que alcanza mucho más allá de lo que podemos llegar a divisar; y en cuanto a los sentimientos: ¡qué profundidad y plenitud, la de Cristo! Si llegamos a vivir tanto como el hombre que más haya vivido, todavía seguiremos en la orilla de esta vasta inmensidad que es Cristo”
¡Conocer a Cristo es una búsqueda de toda una vida!
Versículo Clave
"¡Qué profundas son las riquezas de la sabiduría y del conocimiento de Dios! ¡Qué indescifrables sus juicios e impenetrables sus caminos!"
Romanos 11:33



Marcos.16.15. Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. Marcos.16.16. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.

lunes, 14 de noviembre de 2016

CUAL ES LA MANERA MÁS EFICAZ DE AYUDAR A LOS DEMÁS.

¿Cuál es la manera más eficaz de ayudar a los demás?

Al prepararme para la “despedida”, me complace profundamente que esté edificando una base espiritual sólida en su vida. Cuando aceptó a Cristo, usted fue rescatado de la oscuridad y sumergido en la luz de Cristo. El apóstol Pedro dice: “(Él) los llamó de las tinieblas a su luz admirable” (1 Pedro 2:9).
Ahora lo animo a que irradie la luz que ha recibido en las vidas de los demás. Esta es la promesa que Jesús le hizo a una mujer atrapada en la oscuridad del pecado moral: “Yo soy la luz del mundo. El que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida” (Juan 8:12).
A través de toda la Biblia, la luz es un tema central y una metáfora poderosa. Siempre se pone en contraste con la oscuridad. De hecho, la luz extingue la oscuridad. Usted habrá visto cómo una sola vela puede iluminarlo todo en una sala que, de otra manera, estaría oscura. Incluso estos mismos estudios, al salir a la oscuridad de un mundo saturado de pecado, son una forma de luz que desafía a la oscuridad.
No subestime nunca la manera en la que puede llevar la luz a sus círculos de influencia, familiares, amigos, compañeros de clase o de trabajo. Recuerde, no es su luz, sino la luz de Cristo que brilla en usted.
Termino con el encargo que Jesús dio a sus seguidores: “Hagan brillar su luz delante de todos, para que ellos puedan ver las buenas obras de ustedes y alaben al Padre que está en el cielo” (Mateo 5:16).
Me siento agradecido y honrado de que el Señor nos haya permitido conocernos.
Que Dios le bendiga y guarde siempre
Marcos.16.15. Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. Marcos.16.16. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.

viernes, 11 de noviembre de 2016

ESTA MI FUTURO SEGURO EN LAS MANOS DEL SEÑOR JESUCRISTO.

¿Está mi futuro seguro en las manos del señor Jesucristo?
Cuando Wendy y yo estábamos comenzando nuestra familia, nos pasábamos horas y horas hablando del mundo con que nuestros hijos se iban a encontrar. Aunque todavía nos lo preguntamos, de una cosa estamos seguros: El futuro está seguro en la manos de Dios. Podemos confiar en Él, pase lo que pase.
La perspectiva histórica es un telón de fondo importante para confiar en Dios. La Biblia describe la historia con un principio y un fin. Es lineal, no circular, como algunas religiones sostienen, y con tres marcadores importantes:
·         La creación. La frase de apertura de la Biblia es: “Dios, en el principio, creó los cielos y la tierra” (Génesis 1:1). Jesús estaba presente: “Él estaba con Dios en el principio” (Juan 1:2).
·         La redención y restauración. El nacimiento, muerte y resurrección de Jesús cumplió el plan de Dios para restaurar nuestra relación con Él. Ese fue el momento decisivo de la historia.
·         La consumación. La Biblia describe una “culminación” definitiva en que Dios reunirá “en Él todas la cosas, tanto las del cielo como las de la tierra” (Efesios 1:10).
Ahora estamos en el periodo previo a la consumación. Cada persona (¡incluyéndole!) y todos los acontecimientos tienen un propósito; ya sea un nacimiento o una muerte, un descubrimiento científico o una tormenta descomunal. No es momento de quedarse pasivo sino de vigilar, de estar involucrado y de confiar plenamente en Dios en todas las situaciones, mientras Él escribe Su glorioso último capítulo (ver Mateo 24:42).
Versículo Clave
"Yo soy el Alfa y la Omega, el Principio y el Fin"

Apocalipsis 21:6
Marcos.16.15. Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. Marcos.16.16. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.

jueves, 10 de noviembre de 2016

COMO ME MANTENGO CENTRADO EN LO QUE PERDURA Y ES MAS IMPORTANTE?.

¿Cómo me mantengo centrado en lo que perdura y es más importante?
Cuando estamos estudiando para un examen, cambiándole los pañales a un bebé o cerrando un trato de negocios, es difícil darle mucha importancia a la eternidad. La mayor parte del tiempo estamos pensando en lo siguiente que vamos a hacer. Pero las Escrituras nos recuerdan que "Dios puso la eternidad en nuestros corazones (Eclesiastés 3:11). Hay algo en nuestro interior que nos llama a comprender lo que perdura y lo que es más importante.
La Biblia es nuestra guía fidedigna para entender lo eterno; asegurándole al creyente en Jesucristo que la promesa de vida eterna es tan cierta como la realidad de su propia vida. El apóstol Pablo comprendió que estábamos diseñados para la eternidad: “En cambio, nosotros somos ciudadanos del cielo, de donde anhelamos recibir al Salvador, el Señor Jesucristo. Él transformará nuestro cuerpo para que sea como su cuerpo glorioso, mediante el poder con que somete a sí mismo todas la cosas” (Filipenses 3:20–21).
¿Tiene esta perspectiva un efecto sobre nuestra vida en la tierra? ¡Por supuesto que sí! La confianza en el propósito final de Dios produce verdadera esperanza y nos da la fortaleza de perseverar, sea cual sea la prueba. A comparación con la eternidad, nuestra vida diaria no es más que un momento, un vapor.
Podemos decir, con el apóstol Pablo: “…porque sé en quién he creído, y estoy seguro de que tiene poder para guardar hasta aquel día lo que le he confiado” (2 Timoteo 1:12).
Versículo Clave
"Pues los sufrimientos ligeros y efímeros que ahora padecemos producen una gloria eterna que vale muchísimo más que todo sufrimiento"

2 Corintios 4:17
Marcos.16.15. Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. Marcos.16.16. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.

jueves, 3 de noviembre de 2016

DANDO GRACIAS A DIOS POR LA BIBLIA

Gloria a Dios, es una bendiciòn, tener la oportunidad de leer el contenido de la palabra de Dios contenida en la Biblia y ver sus manifestaciones de diferentes formas, en beneficio de la humanidad y que el ser humano mientras está en vida puede hacer la confesión de fe y aceptar al señor Jesucristo como su único y suficiente salvador, ya que no tiene otra forma de como escapar de la condenación eterna que viene sobre los hijos de desobediencia.
Marcos.16.15. Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. Marcos.16.16. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.