Pregunta: "¿Cuáles fueron los diferentes
viajes misioneros de Pablo?"
Respuesta: Pablo realizó tres viajes misioneros que expandieron el mensaje de
Cristo en Asia Menor y Europa. El apóstol Pablo originalmente era un líder
judío bien educado llamado Saulo. Justo después de la muerte y resurrección de
Cristo, vivía haciendo su mayor esfuerzo para aplastar a la iglesia cristiana.
Aún participó en la ejecución Esteban, el primer mártir cristiano. (Ver Hechos
7:58; 8:1).
En su camino a Damasco, buscando apresar a más cristianos, Pablo se encontró
con el Señor. Se arrepintió y cambió a la fe en Jesucristo. Después de su
experiencia en el camino a Damasco, él intentó persuadir a judíos y cristianos
de su conversión y cambio de vida, pero muchos dudaban de él y lo rehuían. Sin
embargo, algunos cristianos tales como Bernabé, lo aceptaron y hablaron a su favor.
Ellos dos se volvieron compañeros de misiones.
En tres diferentes viajes – cada uno de varios años de duración – Pablo
compartió las nuevas de Jesús en muchas ciudades de la costa y pueblos con
rutas comerciales. Esta es una breve crónica de estos viajes misioneros.
Primer Viaje Misionero (Hechos
13-14): Respondiendo al llamado de Dios de proclamar
a Cristo, Pablo y Bernabé dejaron la iglesia de Antioquia. Al principio, su método
de evangelismo era predicar en las sinagogas de los pueblos. Pero cuando muchos
de los judíos rechazaron a Cristo, los misioneros reconocieron el llamado de
Dios de predicarles a los gentiles.
Por su valiente testimonio de Jesús, Saulo el perseguidor se convirtió en Pablo
el perseguido. Aquellos que rechazaron su mensaje de salvación a través de
Jesucristo, trataron de detenerlo y hacerle daño. En una ciudad, fue apedreado
y dejado por muerto, pero Dios lo salvó. A través de juicios, golpes y encarcelamientos,
él se mantuvo predicando a Cristo crucificado.
El ministerio de Pablo a los gentiles atrajo la controversia sobre quién podía
ser salvo y cómo debía ser salvo. Entre su primero y segundo viajes misioneros,
él participó en una conferencia en Jerusalén discutiendo sobre el camino de
salvación. El consenso final fue que los gentiles podían recibir a Jesús sin
sujetarse a las tradiciones judías.
Segundo Viaje Misionero (Hechos
15:36-18:22): Después de otra estadía en Antioquia y
habiendo fundando ahí una iglesia, Pablo estaba listo para hacer otro viaje
misionero. Le pidió a Bernabé que lo acompañara, visitando de nuevo a las
iglesias de su primer viaje misionero. Sin embargo ocurrió un desacuerdo que
causó su separación. Pero Dios convirtió este desacuerdo en algo positivo,
porque ahora había dos equipos misioneros. Bernabé se fue a Chipre, y Pablo se
fue con Silas a Asia Menor.
Providencialmente, Dios redirigió a Pablo y Silas a Grecia, llevando el
Evangelio a Europa. En Filipos, el equipo misionero fue golpeado y encarcelado.
Regocijándose de sufrir por Cristo, ellos cantaban en la cárcel. De repente,
Dios causó un terremoto que abrió las puertas de la celda y los liberó de sus
cadenas. El asombrado carcelero y su familia creyeron en Cristo, pero los
oficiales gubernamentales les rogaron que se fueran.
Viajando hasta Atenas, Pablo predicaba a una inquisitiva audiencia en la Colina
de Marte. Él proclamaba al único y verdadero Dios a quien ellos podían conocer
y adorar sin ídolos hechos por el hombre. Nuevamente, algunos se rehusaron y
algunos creyeron.
Pablo les enseñó a aquellos que creyeron en Cristo y los estableció en iglesias.
Durante este segundo viaje misionero, Pablo hizo muchos discípulos de varias
procedencias: un joven llamado Timoteo, una mujer de negocios llamada Lidia, y
una pareja llamados Aquila y Priscila.
Tercer Viaje Misionero (Hechos 18:23 – 20:38):
Durante este último viaje misionero de Pablo, predicó fervientemente en Asia
Menor. Dios confirmó su mensaje con milagros. Hechos
20:7-12 nos dice de Pablo en Troas predicando un sermón
excepcionalmente largo. Un joven que estaba sentado en un tercer piso, se quedó
dormido y cayó por la ventana. Fue dado por muerto, pero Pablo lo revivió.
Los nuevos creyentes de Efeso que habían estado anteriormente involucrados con
el ocultismo, quemaron sus libros de magia. Por otra parte, los que fabricaban
ídolos, no estaban contentos con sus pérdidas en el negocio debido a este
verdadero Dios y a Su Hijo. Un platero llamado Demetrio, comenzó una revuelta
en toda la ciudad, alabando a su diosa Diana. Los juicios siempre perseguían a
Pablo. A última instancia, la persecución y oposición fortaleció a los
verdaderos cristianos quienes propagaron el Evangelio.
Al final del último viaje misionero de Pablo, él sabía que pronto sería
encarcelado y probablemente muerto. Sus palabras finales a la iglesia de Efeso,
muestran su devoción a Cristo: “Vosotros sabéis cómo me he comportado entre
vosotros todo el tiempo, desde el primer día que entré en Asia, sirviendo al
Señor con toda humildad, y con muchas lágrimas, y pruebas que me han venido por
las asechanzas de los judíos; y como nada que fuese útil he rehuido de
anunciaros y enseñaros, públicamente y por las casas, testificando a judíos y a
gentiles acerca del arrepentimiento para con Dios y de la fe en nuestro Señor
Jesucristo. Ahora, he aquí, ligado yo en espíritu, voy a Jerusalén, sin saber
lo que allá me ha de acontecer; salvo que el Espíritu Santo por todas las
ciudades me da testimonio, diciendo que me esperan prisiones y tribulaciones.
Pero de ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con
tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del evangelio de
la gracia de Dios.” (Hechos
20:18-24).
Ese era el propósito de los viajes misioneros de Pablo: proclamar la gracia de
Dios en el perdón de los pecados a través de Cristo. Dios usó el ministerio de
Pablo para llevar el Evangelio a los gentiles y establecer la iglesia. Sus
cartas a las iglesias, registradas en el Nuevo Testamento, aún mantienen la
vida y la doctrina de la iglesia. Aunque él sacrificó todo, los viajes
misioneros de Pablo valieron su costo (Filipenses
3:7-11).
Marcos.16.15. Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.
Marcos.16.16. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.
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Las santas escrituras, contenidas en la biblia, palabra de Dios todopoderoso ha establecido en el libro de juan 3:16 lo siguiente que textualmente refiere: Porque de tal manera amò Dios al mundo que ha dado a su hijo unigènito para que todo aquel que en èl cree no se pierda mas tenga vida eterna.