Abraham fue justificado por la
fe: Rom. 4:1-5. Dado que el hombre
no puede alcanzar justicia delante de Dios, debe acogerse a la fe en la obra de
Jesucristo el Señor. Cuando el hombre alcanza algo por sus obras ya no es por
gracia. Dios diseñó que su Hijo llevara el castigo por los pecados del hombre
en la cruz del Calvario, sólo su perfecta y pura sangre limpia de pecado al ser
humano...
Cada persona debe acercarse a Dios por la fe, es decir creer en la completa obra de Jesús para obtener el perdón divino, cuando la persona cree en Aquel que justifica al impío, la gracia del Señor se extiende sobre la persona, no es por obras sino por la fe.
Cada persona debe acercarse a Dios por la fe, es decir creer en la completa obra de Jesús para obtener el perdón divino, cuando la persona cree en Aquel que justifica al impío, la gracia del Señor se extiende sobre la persona, no es por obras sino por la fe.
David también se apropió de la
justificación por la fe: Rom. 4:6-8.
El rey David en el Antiguo
Testamento camino también sobre la justicia por la fe, y por ese conocimiento
revelado y vivido expresa: “es Dios quien atribuye justicia sin obras”. Pablo
toma las expresiones que el rey David usó en el Salmo 32:1-2, uno de los
llamados Salmos de arrepentimiento. Así pues, cuando un corazón se acerca a
Dios arrepentido y con fe, recibe la justificación divina, sin obras o méritos
propios. Esto es precisamente la gracia de Dios con los hombres.
No es por obras, sino por la
fe: Rom. 4:9-12.
Recordemos que por mucho tiempo
sobre todo en la época monástica el hombre procuraba alcanzar la gracia de Dios
castigándose a sí mismo, o castigaba su carne para someter sus pasiones. Es
decir mediante obras procuraba ser justificado ante Dios.
Abraham alcanzó la justificación
estando incircunciso (sin haber hecho ésta obra), y así Dios lo convirtió en
padre de los gentiles que creen y no son circuncidados. Entonces Abraham es
padre de judíos y padre de los que caminan en la fe.
Es importante recordar aquí el concepto de la circuncisión,
que básicamente consiste en el corte del prepucio del varón, era una práctica
antigua, anterior al pacto con Abraham, y Dios la tomó como señal de Su pacto.
Es útil desde el punto de vista médico por la higiene, pues favorece la
limpieza, la pureza y la fecundación o multiplicación.
Israel no logró entender, como Dios se lo dijo muchas veces, que la verdadera circuncisión es la del corazón, Deuteronomio 10:16 “Circuncidad, pues, el prepucio de vuestro corazón, y no endurezcáis más vuestra cerviz”.
Marcos.16.15. Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.
Marcos.16.16. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.
Israel no logró entender, como Dios se lo dijo muchas veces, que la verdadera circuncisión es la del corazón, Deuteronomio 10:16 “Circuncidad, pues, el prepucio de vuestro corazón, y no endurezcáis más vuestra cerviz”.
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Las santas escrituras, contenidas en la biblia, palabra de Dios todopoderoso ha establecido en el libro de juan 3:16 lo siguiente que textualmente refiere: Porque de tal manera amò Dios al mundo que ha dado a su hijo unigènito para que todo aquel que en èl cree no se pierda mas tenga vida eterna.